Suárez: “Oposición debe rechazar leyes centralizadoras”

Propone crear un programa frente al socialismo, que consiste en desarrollar un gobierno eficiente, con menos gasto público y derogar leyes que causan pobreza en el país.

Para el presidente de Rumbo Propio, Néstor Suárez una de las banderas de la oposición del país debe ser la de oponerse al socialismo y proponer en una agenda legislativa, la eliminación de todas las leyes que han centralizado y despojado de los recursos a las regiones al poder central.

Sostiene que para eso, se debe construir a través de la desestatización un proceso de transición a un gobierno limitado. En otras palabras, desestatizar y nacionalizar todo lo que “el Gobierno nacional le robó a los ciudadanos”; siendo esto justamente el debate que debe generarse en el país, para establecerse una verdadera unidad.

Asimismo dijo que es muy importante los candidatos que se llevarán a las próximas elecciones parlamentarias, porque a su juicio, no se puede llevar a cualquiera porque lo que viene es duro y solamente lo pueden enfrentar, hombres preparados, consistente ideológicamente y que puedan debatir, y demostrarle al Presidente que está equivocado.

Sin miedo al socialismo

El representante del referido movimiento ideológico afirmó que no hay que tenerle miedo al socialismo, ni estatismo y tampoco al centralismo, porque existe un antídoto superior a ello, que no es más que la desestatización.

En consecuencia expresó que hay que articular un programa con coherencia intelectual frente al socialismo, que se basa en lo opuesto al estatismo y que se manifiesta en la desestatización, cuya filosofía inspiradora se puede resumir en tres refranes conocidos: Quien mucho abarca, poco aprieta. Zapatero a tu zapato. Quien mucho ayuda, no estorba.

Explicó que en el primero el gobierno debe concentrarse en poco, evitando la dispersión, para que sea eficiente. En el segundo, dedicarse a lo que pueda ser mejor y con menos gasto dispendioso, porque a lo que incrementa el gasto público excesivamente destruye también la fortaleza de la economía; y el último se refiere a que lo mejor que puede a hacer el Estado es quitarse del medio y derogar todas las leyes malas que causan pobreza.

No hablar de descentralización.

Indicó que la estatización evita que se incurra en un error en la estrategia para poder cambiar el sistema, por ejemplo, destacó que no se puede seguir hablando de la descentralización, e incluso instó a los gobernadores y alcaldes de la oposición a no seguir cometiendo esa equivocación, pues considera que están confundidos.

“Ya no se puede descentralizar nada, porque todo está centralizado, controlado y regulado por el Gobierno central. Al contrario, señaló que hay que desestatizar la sociedad para luego ir a descentralizar las funciones, atribuciones y competencias, pues precisó que la descentralización se ha concebido, como el reemplazo del gran estatismo centralizado en la capital, por un conjunto de estatismos regionales paralelos, cada cual con asiento en su localidad.

Agenda liberal.

El presidente de Rumbo Propio, además mencionó que la agenda liberal para Venezuela es: Reforma del Estado, privatización y recuperación de la soberanía, recorte de impuestos y cese al endeudamiento público, rebaja sustancial en los precios, más empleo productivo y reforma judicial; entre otros.

La Salida es Liberal



Alberto Mansueti

LA SALIDA ES LIBERAL

Y PASA POR LA CONFRONTACIÓN IDEOLÓGICA CON EL SOCIALISMO

“Unidad y no confrontación” dice la oposición socialista en Venezuela. Y sus dirigentes viven confrontados entre sí, aunque su confrontación no es ideológica. Es puramente personal. Así es siempre entre políticos sin principios. En el fondo todos están unidos en lo ideológico, porque adhieren al estatismo imperante en Venezuela desde siempre, y comparten sus principios, pero de manera implícita y vaga, no expresa y clara.

Y cuando los principios ideológicos no son claramente definidos, la unidad no es posible porque reinan las ambiciones puramente personales. No hay conciliación ni “acuerdo” ni “consenso”, porque es Fulano o es Mengano. Por eso las pugnas internas de la oposición venezolana son muy duras e interminables, aunque se enmarcan en el contexto común del estatismo: en algunos un poco más mercantilista, en otros un poco (o mucho) más socialista. Pero todos piensan igual; y todos quieren lo mismo: su “cuota”.

La salida pasa por desafiar al socialismo en lo ideológico. Es vital. Por eso se requiere confrontación ideológica. Pero no la quieren los socialistas de Gobierno ni de oposición:

-- Los oficiales no quieren confrontación ideológica porque el chavismo es un “socialismo real”, y todo socialismo real huye de la confrontación porque sale muy mal parado: no hay comida, no hay agua, no hay luz.

-- Los opositores tampoco, porque quieren reconstruir el acuerdo socialdemocracia-socialcristianismo de 1958-98. Por eso se empeñan con garras y colmillos en que “lo de Chávez no es socialismo”: porque para ellos es muy importante salvar el honor del socialismo.

Con esa política la oposición lleva soga para su propio cuello desde hace diez años. Porque a Chávez no le sostiene “la “chequera” ni el fraude.

-- “La chequera” del petróleo no le llega al pueblo --ni de Venezuela ni del exterior-- salvo unas pocas migajas para mostrar y hacer propaganda; el dinero se queda en las cuentas bancarias de los intermediarios rojos: mansiones, viajes, fiestas ostentosas y carros lujosos.

-- El fraude no sirve para sostener a ningún régimen si hay una oposición con un programa atractivo, decidida y bien articulada en partidos sólidos, y con apoyo masivo, capaz de defender con fuerza y eficacia el triunfo de una mayoría aplastante en las urnas. Esto no ocurre en Venezuela, pues los partidos socialistas opositores se encuentran muy desacreditados, aunque no por ser socialistas, sino por ser partidos.

A Chávez le sostiene la legitimidad del socialismo. Es la actitud de benevolencia de la gente hacia el socialismo, basada en la generalizada "mentalidad anticapitalista" (Mises, 1922): la creencia de que el capitalismo es intrínsecamente malo, perverso e incorregible, mientras que su contrario antagonista el socialismo, puede ser malo, regular o bueno, según "quién lo aplique y cómo".

Por eso al socialismo siempre se le concede el beneficio de la duda, y en todos los países se le dan una y otra oportunidades de ensayar... una vez y otra vez y otra vez más, y así los fracasos se reiteran indefinidamente. No hay oportunidades para el capitalismo liberal ni para sus defensores. No las hay para acceder al poder, ni para acceder a los medios a fin de presentar una defensa, una reivindicación, una propuesta capaz de entusiasmar y movilizar.

Otro factor que sostiene a Chávez es la increíble pereza intelectual de la vieja clase media venezolana, que se resiste a pensar, y su partidofobia histérica. Salvo honrosas pero pocas excepciones, no quiere investigar ni documentarse o informarse sobre el socialismo, ni sobre la vía de salida. No quiere aprender. Se la pasa entre chiste y chisme, en lo puramente anecdótico y personalista del cuadro político, y en su rabia. Sigue con toda su máxima atención el último rumor, y el que le sigue y viene; así se mantiene “actualizada”. Porque asume que Chávez va a caer solito, por arte de magia. Si alguien les habla de construir un partido liberal, le dicen: “No…. liberal no. Ya Chávez nos tiene ideologizados.” Y lo segundo que le dicen es: “¿Partido? ¿Otro más? No…. partido no. Ya hay demasiados.”

La vieja clase media está matando su propio futuro. No tiene razones valederas para rehusarse a pensar en el tema ideológico y en la única salida racional y efectiva, al contrario. Pero sigue en ese punto ciegamente a una dirigencia oposicionista que no quiere que piense, y que sí tiene motivo para rehuir la investigación, el debate y la confrontación ideológica entre ideas opuestas.

¿Por qué rehusan los dirigentes opositores tratar el tema ideológico? Porque sueñan con una reedición completa y entera del puntofijismo: un acuerdo de todo el arco político de socialistas de todas las tendencias y siglas, excluido solamente el socialismo radical, que en 1958 era el PCV y ahora es el PSUV.

Pero a este paso se ve que no van a lograr cumplir ese sueño. Porque así nunca saldremos de Chávez. ¿A quién le interesa un regreso al pasado? Es más, ¿a quién le interesa una confrontación de socialismo versus socialismo? Eso es aburridísimo y por eso tanta opinión permanece apática.

-- Para los liberales es muy importante insistir en que el chavismo sí es socialismo, a fin de producir confrontación ideológica. La caída de los regímenes comunistas en 1989 nos enseña que la salida es recogiendo el desafío ideológico del socialismo, erosionando de este modo su legitimidad en el imaginario popular (y de las elites). Y la única vía de hacerlo es revindicando el capitalismo, y contrastando al sistema con una oferta de salida liberal para un futuro inmediato.

Así de ese modo hay contrastación, cuestionamiento y confrontación, y se posibilita la salida del régimen en tanto se erosiona la legitimidad del socialismo, que es la gran plataforma que sostiene a Chávez, y no el billete ni el fraude electoral, como la oposición socialista cree, o pretende que creamos que cree...

-- Otro punto clave es mostrar que "liberalismo" no es la fracasada experiencia de los '90, como lo aclaro en mis dos libros más recientes, disponibles on line...

http://lasleyesmalas.blogspot.com/

-- Y por fin, para Venezuela es de vital importancia que los liberales logremos una referencia política con la que podamos identificarnos todos los abstencionistas sistemáticos: más de la mitad de los venezolanos, que no votamos ni nos inscribimos en el REP porque no nos reconocemos como representados por el partido único oficialista, ni tampoco por los múltiples partidos, grupos y voceros de la actual oposición, que en el fondo piensan todos igual, y quieren todos lo mismo.

Pero sin confrontación ideológica no hay salida.

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Queremos ser República‏





Ante la triste y crítica situación política por la que atravesamos, todos los venezolanos deberíamos en este año que esta por terminar, hacernos algunas reflexiones y decidirnos a ser actores activos para ayudar a resolverla. Debemos comenzar preguntándonos; qué tipo y clase de país queremos, y en qué hemos contribuido cada uno de nosotros para hacer realidad ese anhelo y deseo de nación que hemos querido tener. Creo que todos coincidimos en que queremos tener Patria y deseamos ser República.

Algunas preguntas que son esenciales y obligatorias, nos ayudarán en estas reflexiones. ¿Somos República, a pesar de que todos los poderes del Estado se encuentran secuestrados y férreamente controlados?, ¿somos República a pesar de que no existe un Estado de Derecho?, ¿somos viable como país, cuando los gobernante de turno llegan para robarse el erario público, en vez de utilizarlo en el desarrollo social y económico del país?

¿Qué clase de sociedad estamos desarrollando y heredando a las generaciones futuras, cuando se privilegia el vicio sobre la virtud, el robo sobre la honradez, la mentira y el engaño sobre la verdad, la traición y la deslealtad sobre la palabra dada y comprometida?

Todos somos responsables de la desastrosa situación política que vivimos, unos por acción y otros por omisión. Muchos han dejado que otros hagan, lo que ellos desde una posición muy cómoda y nada comprometida no han querido hacer.

Existe una línea bien marcada y divisoria, entre los que buscamos persistentemente una alternativa de un cambio serio, honesto y sincero, y los que no quieren que las cosas cambien. Los que queremos un país sano y los que quieren que el país continúe enfermo, para seguirse aprovechando, porque únicamente les interesa satisfacer su hambre insaciable de poder, por el poder.

Los venezolanos tenemos que aceptar el reto, el desafío y el compromiso de poder producir una alternativa política aceptable y compatible con los principios y valores éticos, morales y cristianos del necesario cambio que la gente reclama y el país necesita.

Debemos necesariamente poder estructurar y desarrollar una alternativa distinta al socialismo. Esta alternativa de cambio debe representar una diferencia entre lo cualitativo frente a lo cuantitativo, porque deberá estar sustentada en la fuerza de ideas, principios y valores, frente a los antivalores, y a la fuerza de recursos y maquinarias electorales de los socialistas. Abrazar el cambio significa escoger conscientemente el futuro.

Ha llegado la hora de que todos nos veamos frente al espejo de nuestras vidas, y viéndonos directamente a los ojos nos preguntemos, si nos conformamos con el país y la vida que tenemos, el que nos dan y nos permiten los socialistas y la clase política tradicional, cual migajas y limosnas, o si por el contrario decimos ¡Basta Ya!, no más mentiras, no más engaños, no más robos descarados, no más corrupción. No más compra de lealtades, de conciencias y de voluntades.

Rompamos el laberinto en que nos tienen atrapados, y conectémonos con la visión de futuro y alternativa de cambio que queremos para Venezuela. Todo lo demás son pasos y etapas en la trayectoria para alcanzarlo. Convirtámonos todos en factores de cambio para refundar la República, recordando lo que sabiamente afirmaba Gandhi, “la fuerza no proviene de la capacidad física, proviene de una voluntad indomable”.

Estamos a la víspera de fundar el FRENTE LIBERAL DE VENEZUELA. Y desde esa plataforma emprenderemos la tarea de dar a conocer nuestro ideario libertario.

Desde ya le presentamos al país las cinco reformas necesarias para revertir un siglo de estatismo malversador y secuestrador del estado.

1.- Reforma del Estado y del Gobierno: "Más individuo menos Estado" Para limitar la acción del estado en contra de las libertades individuales y devolverlo a sus funciones propias.

2.- Reforma de la Economía: Pasar de una economía rentista en manos del estado a una economía productiva en manos de los ciudadanos.

3.- Reforma de los sistemas de Educación, Salud y Pensiones. Para la dignificación del ciudadano como beneficiarios de las políticas públicas.

4.- Reforma Judicial: El establecimiento de un Estado de Derecho que garantice una verdadera igualdad ante la ley sin privilegios para nadie.

5.- Reforma de los Órganos de Seguridad y Defensa: Para el establecimiento de una cultura de respeto, paz y seguridad ciudadana.

Estas son las respuestas Liberales a los retos y oportunidades que surgen en el umbral de un nuevo desafío para la conquista de una Republica con libertad, responsabilidad, compromiso, tolerancia, respeto, justicia social, bienestar, progreso, prosperidad, felicidad, vocación de servicio e igualdad de oportunidades.

Queremos ser pioneros de una nueva concepción basada en el liderazgo, conocimiento, capacidad gerencial y creatividad para la verdadera transformación de nuestra sociedad.

La plataforma del Frente Liberal de Venezuela no se agota en la reunión de unos cuántos, es un instrumento al servicio de todos. No es un punto de llegada, sino un punto de partida. No es un fin, sino un comienzo. Es un compromiso y una invitación abierta a participar.

¡Un paso al frente!...Otra Venezuela es posible.

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La actitud mental es lo único en tu vida sobre lo cual puedes mantener control absoluto. Si tienes una actitud positiva hallarás la verdadera riqueza de la vida.